El año que todos morimos un poco
PRÓLOGO
A toro pasado podemos decir que nos quitaron La Semana Santa del 2020, que cercenaron nuestra libertad, ya que con las medidas de precaución que se consideraron las adecuadas para evitar la propagación de un virus que había atacado a la humanidad el año anterior y que aún seguía haciendo estragos, podría haber sido más que suficiente para poder ver nuestras imágenes procesionar por las calles de nuestra ciudad y por ende podrían haberlo hecho en cualesquiera de los distintos lugares de nuestro país donde tan arraigada está esta fiesta religiosa. Hoy sabemos que limitaron nuestras libertades ya que el Tribunal Constitucional declaró Inconstitucional el Estado de Alarma para la Gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19.
Durante esa triste época en la que fuimos sometidos por decisiones políticas y decisiones de la OMS. Siempre manifesté en mis escritos que partiendo de la realidad que sabemos que tenemos que ser “muertos o matados”. La limitación a nuestras libertades no es vivir si estás sometido, si he morir, dejadme morir libre. Decía y diré siempre. Eso sí también reclamaba que se utilizaran todas las medidas de precaución para poder disfrutar de nuestros, familiares, amigos, para evitar el riesgo que nos acechaba.
La Semana Santa del 2020, nos dejó añoranza, tristeza y un vacío enorme. Yo quise revivirla rememorando nuestras tradiciones, aun cuando no podíamos hacerlas patentes, por ello escribí narrando día a día como si de un comentarista se tratase, visualizando la salida de nuestros pasos procesionales. La escenificación del drama de la muerte y la pasión de Jesús se podía imaginar por aquellos que leyesen mis escritos diarios.
Éste fue el resultado de la Semana Santa 2020, donde la oración y la reflexión nos acercaron más a comprender el significado de la Pasión y Muerte de Jesús.
La Semana Santa supone la puesta en marcha de numerosas tradiciones que renovamos cada año al llegar la primavera. En mi casa, huele a magdalenas, pestiños y gajorros recién hechos, y ¿por qué no?, también a rosoli, licor de café con anís que antaño se hacía también en muchas casas.
Para los cristianos por ser la Semana Santa una de las celebraciones populares más importantes de la cultura cristina que conmemora las distintas etapas de la Pasión de Jesucristo. Es por tanto también la masiva participación popular en las Cofradías o Hermandades que pondrán en las calles el magnífico patrimonio histórico de las mismas.
Nos esperan ocho días intensos de Domingo de Ramos a Domingo de Resurrección. Las hermandades saldrán a la calle con sus elementos tradicionales, con sus símbolos y con su Imágenes Titulares.
En la calle, olor a azahar, a incienso y cera. Largas filas de “capuchones”, que con sus variados hábitos y colores simbólicos acompañan a Jesús y María, con respeto, y recogimiento. También romanos y judíos. Tambores y trompetas. Los sones de la música y la saeta.
Silencio,
silencio, comienza a oírse al saetero, confusa combinación de sentimiento, arte
y devoción. Porque la saeta, nos trae a la memoria los pasajes de la pasión y
muerte de Jesús.
Entrada triunfal de Jesús en Jerusalén.
Echando sus mantos encima del pollino, hicieron
que Jesús se montara en él.
Llenos de alegría comenzaron a alabar a Dios a grandes voces y exclamaban:
¡Hosanna!
¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
¡Paz en el Cielo y gloria en las alturas!
Cuando Jesús entró en Jerusalén, toda la ciudad se puso en movimiento; y se preguntaban: ¿Pero quién es éste?
Y la gente respondía: Éste es el profeta Jesús, el de Nazaret de Galilea.
Los evangelistas nos cuentan la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén (San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan).
Pocas diferencias para contar este hecho que
para los cristianos es el comienzo de la Semana Santa.
DOMINGO DE RAMOS
Ya van a dar las doce, se abren las puertas de la Iglesia Conventual de las RRMM Agustinas, comienzan a salir Nazarenos cuyo colorido de sus vestimentas amarillo y marfil es magnífico para acompañar el paso de Nuestro Padre Jesús en su entrada triunfal en Jerusalén, popularmente conocido como “La Pollinita”. Mucha chiquillería acompaña a este paso portando palmas y ramas de olivo.
La fotografía de esta salida está en mi mente. La Plaza de San Agustín, la calle de la Fuente y el resto de las calles por donde transcurre su estación de penitencia son hoy calles solitarias, vacías y silenciosas.
Añoranza, tristeza y vacío. Así comienza en éste 2020 la Semana Santa Egabrense en particular y la del todo el mundo en general.
La tarde del Domingo de Ramos
¡Ay si todo
fuera diferente! Esta tarde los pasos de Nuestra Señora de la Misericordia, El
Lavatorio y Nuestro Padre Jesús de la Oración en el Huerto abrirían las puertas
de la Parroquia de la Soledad y de la Asunción y Ángeles para hacer su estación
de penitencia por las calles de Cabra, llenas de gentío para contemplar la
belleza de estas imágenes realizadas entre otros escultores por Manuel
Escamilla y Manuel Miñarro. El colorido de las túnicas de los nazarenos,
“capuchones”, de cada una de las tres hermandades blanco y malva,
(Misericordia), marrón, (Lavatorio) rojo y blanco, (el Huerto). Los sones de la
música de las diferentes agrupaciones que acompañan los pasos de Jesús y María.
Las largas filas de alumbrantes y devotos, olor a incienso y aroma a azahar,
cera y flores. ¡Ay si todo fuera diferente!, todos disfrutaríamos del atractivo
de la Semana Santa Egabrense.
LUNES SANTO
La Plaza Aguilar Eslava, frente a la Parroquia de Nuestra Señora de los Remedios está a rebosar, el sol de ésta radiante primavera y que ya se haya adelantado el horario al de verano hace que los presentes pugnen por una leve sombra esperando la salida de la Real Hermandad del Santísimo Cristo del Calvario, María Santísima de la Concepción, San Juan Evangelista y Nuestra Señora del Rosario. En un vistoso trono con palio. La vestimenta de los nazarenos es negro y rojo. Respeto, luto y recogimiento. Comienza la cuenta atrás en La Pasión y Muerte de Nuestro Señor.
Caída ya la
tarde, la noche ha hecho su presencia, algo de fresco invita a abrigarnos si
queremos acompañar en su estación de penitencia a la Hermandad del Santísimo
Cristo de la Sangre y Tambores Enlutados. A las 22 horas hace su salida de la
Parroquia de la Asunción y Ángeles. En su recorrido en las estrechas calles del
Barrio de Cerro, el Cristo Crucificado, portado sin trono pareciera que los
brazos de la cruz casi rozan las fachadas de las casas.
El monótono sonido del tambor cuyo sonido es ronco, dado que lo tambores están enfundados en una tela negra, queda roto por el rezo de vía crucis. La vestimenta de los nazarenos burdeos y negros, la belleza del Cristo en la cruz, obra de Agustín de Vera. El olor a incienso que embriaga los sentidos.
¡Ay si todo fuera diferente! Este año solo evocaremos nuestras tradiciones que cada año los egabrenses renovamos.
¡Ay si todo fuera diferente! Como disfrutaríamos el atractivo de la Semana Santa Egabrense.
El Martes Santo según la Iglesia Católica fue el día más doloroso para Jesús. El Martes Santo es conocido también como el “Martes de Controversia”. Jesús es cuestionado por los líderes religiosos y sociales de su tiempo sobre la autoridad con la que realizaba milagros y predicaba.
Jesús acudió a un mercado y se encontraba predicando cuando fue interceptado por sacerdotes y ancianos sobre el motivo por el cuál retaba a la Iglesia Judía predicando mientras no era sacerdote, fue señalado como “rebelde” en ese momento.
También fue cuestionado por los fariseos que le preguntaron sobre por qué no hacía nada sobre la situación en la que se encontraba Israel, por qué permitía que los romanos cobraran tantos tributos. Jesús respondió con la famosa frase de la Biblia: “Dad al César lo que es del César y Dios, lo que es de Dios.
Más adelante
en la víspera del Miércoles Santo durante la Última Cena y antes de ser
arrestado, Jesús advirtió a sus discípulos sobre la traición de uno de ellos.
También afirmó que otro de ellos lo iba a negar tres veces.
MARTES SANTO
En la Barriada Virgen de la Sierra. Un humilde barrio, de esta bonita Ciudad de Cabra, la Parroquia de San Francisco y San Rodrigo abrirá a las 19,20 horas las puertas de su templo. La Hermandad del Santísimo Cristo de la Sentencia en sus Burlas y Coronación de Espinas y Nuestra Señora Santísima Virgen de la Paz comenzará su estación de penitencia. Sus nazarenos de blanco y rojo comienzan a bajar la escalinata que hay a la entrada de la iglesia.
Portan al Cristo mujeres muy jóvenes y valientes, costaleras que a golpe de costal bajan lentamente y emocionan a público asistente.
Los costaleros hombres también muy jóvenes llevan a la Virgen en su trono con palio, meciendo por bambalinas. Grita el capataz, así bien mecío.
El público suspira calmado cuando los pasos de Jesús y María por fin las escaleras han bajado. Y aplauden a los costaleros hombres y mujeres que tan arduo esfuerzo han realizado bajando esos peldaños.
Aunque esta Hermandad hace un largo recogido para desde este templo alcanzar la Carrera Oficial, la mayor dificultad está en la salida de su iglesia.
¡Ay si todo fuera diferente! La carrera oficial llena de gente, sentadas en sus sillas esperan pacientes.
¡Ay si todo
fuera diferente! Como disfrutaríamos el atractivo de la Semana Santa Egabrense.
MIÉRCOLES SANTO
No prepares las maletas, ni de viaje te vayas. ¡Es verdad, que coraje! Este año con el COVID-19, ¡YO ME QUEDO EN CASA!
Aunque viviendo en Cabra, de viaje tampoco es que me marchara teniendo como tenemos la mejor Semana Santa porque fue declarada de Interés Turístico Nacional en 1989, y es sin duda una de las más importantes que se celebran en el corazón de Andalucía. Por eso tengo ganas de rememorarla con estas notas breves y quizás laxas.
Hoy es ya Miércoles Santo, las siete son pasadas, y treinta y cinco minutos para ser exactos en el reloj ya han pasado, se han abierto las puertas de la Capilla de Capuchinos del Convento de RRMM Escolapias, la Hermandad Escolapia de Nuestro Padre Jesús Caído y María Santísima del Buen Fin, procesiona en un paso con palio a la “Virgen de los estudiantes” o más exactamente La Virgen del Buen Fin que es obra de José María Oriol. Nazarenos de negro y rojo. A golpe de costal hace su recorrido.
Veinte minutos antes la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Necesidades de la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán ha salido para hacer la estación de penitencia con nazarenos de túnicas burdeos y blancas, aunque no parezca tan larga la fila de “capuchones”, la de alumbrantes y devotos es inmensa que acompañan a esta imagen de Jesús con la Cruz. Este Cristo de enorme belleza es una obra anónima del siglo XVIII.
¡Ay Jesús de la Necesidades! que, aunque en Madrid el besapié habían prohibido. Aquí en nuestro pueblo nada habían dicho y yo tuve la suerte de no perderme un año más mirarte en silencio postrarme a tus pies y sentir como si me hablara tu mirada. Y sentir que se me alegraba el alma.
¡Ay si todo fuera diferente! El aroma a incienso en las calles durante las estaciones de penitencia, y a la entrada y salida de los templos.
¡Ay si todo fuera diferente! Como disfrutaríamos el atractivo de la Semana Santa Egabrense.
Jueves
Santo. Hoy es uno de esos tres días que como cuenta un dicho popular reluce más
que sol y en la Semana Santa Egabrense es uno de los días grandes de la Semana
de Pasión.
No hay un momento de descanso y comienzan a desfilar de madrugada un inmenso número de nazarenos que visten túnica negra, capirote, abotonadura y cíngulo de color rojo. Con su salida de la capilla de la Fundación Termens, inicia su estación de penitencia la Hermandad del Santísimo Cristo de la Expiración. Se procesiona el Cristo sobre los hombros de sus hermanos entre antorchas.
Respeto, luto y recogimiento. Se reza el Santo Vía-crucis.
Tampoco hay un momento que sea menos atractivo, si los pasos de madrugada nos erizan los vellos y nos encogen el alma, los de las mañanas o tardes con la masiva participación popular en el transcurrir de los pasos por plazas, calles y rincones de especial belleza invitan a visitar nuestra Semana Santa.
Esta mañana
en muchas casas, en la cocina se terminan de preparar los pestiños,
ensaladillas y hasta albóndigas de bacalao, o el “rosoli” licor de café con
anís.
JUEVES SANTO
Aunque son las dos de la tarde ya pasadas en la Carrera Oficial la Virgen de la Piedad parada está, ha salido de la Parroquia de la Asunción y Ángeles y está haciendo su estación de penitencia. Me pregunto: ¿qué pasará? no oigo los sones de la banda de música, pero a medida que voy al encuentro de la imagen oigo el canto de una saeta que brota como flor de primavera en la mañana, porque la Saeta de Cabra tiene un estilo peculiar y muchos nombres propios que desde antaño la han cantado. Hasta mujeres a comienzos del siglo pasado y aprovecho para homenajear a la abuela de mi mujer Sierrita Cuevas Luque, sin olvidar ya más recientes entre muchos otros saeteros a José Córdoba, José Cobo, el Paleto, Manuel García Lama, Pedro Barranco García y otros muchos más.
La tarde del jueves santo
Las puertas de la Asunción y Ángeles han abierto de par en par. Son varias las hermandades que sus estaciones de penitencia con la salida desde esta iglesia iniciarán.
En primer lugar, con un paso. La Pontificia Apostólica muy Antigua y Venerable, Ilustre y Real Archicofradía de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Prisión (El Preso) (1664)
Los “abejorros” añafiles trompetas de origen árabe, con su particular sonido nos anuncian que se acerca el paso, los costaleros que portan sobre sus hombros a Jesús el Preso obra de Nicolás Salzillo del siglo XVIII, llevan el traje de judío típico de Cabra. Los nazarenos visten túnica de blanco y morado
En segundo
lugar, con dos pasos: La Hermandad de Nuestro Padre Jesús amarrado a la Columna
y Azotes, Nuestra Señora María Santísima de la Caridad y San Juan Evangelista.
(1,660)
En un primer paso en un trono, admiraremos las impresionantes tallas de Nicolás y Francisco Salzillo de Nuestro Padre Jesús amarrado a la columna que nos desgarrará el corazón. Y los “sayones” que igualmente son de este autor.
En un segundo paso, bajo palio a la Virgen de la Caridad y San Juan Evangelista. La larga fila de nazarenos cuya vestimenta es blanco y color cardenal. Granate y blanco. Acompañan los pasos de Jesús y María.
La Hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza a las 20,30 horas de la parroquia de Santo Domingo de Guzmán hará su salida con su titular la Virgen de la Esperanza, una talla anónima, en un trono con palio y con sus nazarenos de túnica verde.
Cierra este jueves santo la Sacramental muy antigua, siempre Ilustre, Venerable, Real, Fervorosa, Humilde y Seráfica Archicofradía de la Santa Vera-Cruz, María Santísima de los Remedios Ilustre Cristo de la Sangre y Jesús de las Penas. (1522). Con la salida procesional desde la más antigua de las iglesias de Cabra, la Iglesia de San Juan Bautista en el Barrio del Cerro. La Virgen de los Remedios es una talla anónima del siglo XVII, y le acompañan nazarenos con vestimenta crema y verde agua.
¡Ay si todo fuera diferente! Los cortejos procesionales, con su variado estilo en la forma y en los elementos. Romanos y judíos, tambores y trompetas “abejorros”.
¡Ay si todo
fuera diferente! Como disfrutaríamos el atractivo de la Semana Santa Egabrense.
VIERNES SANTO
Cera, cruces y cadenas. La larga fila de nazarenos con túnica de cola de color negro y una cruz al hombro. Silencio y oración. El característico ruido de las cadenas arrastrando que los nazarenos llevan atada a unos de sus pies, sobrecoge en el silencio la madruga del Viernes Santo. La Piadosa Hermandad del Santísimo Cristo del Socorro (El Silencio) (1589) comienza a las una su estación de penitencia. Su titular el Cristo del Socorro, un Cristo crucificado cuya talla es anónima del siglo XVI, en un paso con trono. Su salida la realiza de la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán.
No hay un momento de descanso y a las seis y media de la madruga con las sombras de la noche que aún no han dado paso a la mañana, al alba, la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de Humidad y Paciencia recorre las calles de Cabra desde la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán que vuelve a abrir sus puertas. El Cristo una talla de Jesús atribuido al genial escultor Martínez Montañez. Es conocida popularmente esta cofradía como la de los panaderos. Procesiona en un trono y los nazarenos llevan vestimenta de color marfil.
La mañana del Viernes Santo es una mañana de calles llenas de gente, el peculiar sonido de los añafiles nos anuncia que el paso de Jesús Nazareno recorre nuestras calles. La belleza de ésta talla anónima del siglo XVI de Jesús Nazareno con su cruz de plata al hombro, su paso con trono, sus nazarenos de morado y marfil simboliza el Viernes Santo Egabrense.
Junto a Jesús la Virgen del Rocío hará también en la mañana del Viernes Santo su desfile procesional. Ésta imagen es la titular de la Fervorosa y Humilde Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Pasión, Nuestro Padre Jesús de la Salud, en su Sagrado encuentro en la Calle de la Amargura y San Juan Evangelista. Sus nazarenos de vestimenta azul Francia y marfil.
Romanos y judíos. Tambores y trompetas “abejorros”. La Semana Egabrense está llena momentos inenarrables que hacen vibrar al pueblo.
La tarde de Viernes Santo
Jesús muere en la Cruz. Con voz fuerte dijo: Padre, en tus manos pongo mi espíritu. Y dicho esto. Expiró. La tarde se viste de luto. Y hoy que España entera está de luto te rogamos, Cristo, que infundas en nuestros corazones la fe en Dios. Y que a la hora de nuestra muerte, pongamos en Él nuestra alma. Por todos los que han fallecido y especialmente por los que lo han hecho por causa ésta maldita pandemia concédele, Señor contemplar la luz de tu Rostro.
La tarde del viernes Santo Egabrense, dolor y llanto. El paso de la Virgen de los Dolores, una talla anónima del siglo XVIII, con trono bajo palio. Nazarenos de azul royal y blanco. Realiza su estación de penitencia desde la parroquia de la Asunción y Ángeles.
El Descendimiento. El grupo escultórico lo componen: Jesús de las almas, las tres marías, Salomé, San Juan, José de Arimatea, Nicodemo y el soldado romano San Longinos. Los nazarenos llevan túnica negra y fajín de esparto. Su salida procesional parte de la Iglesia de San Juan Bautista.
La Virgen de las Angustias. La Virgen María con Jesús en los brazos, hermosa obra de José de Mora. Paso de trono a costal, nazarenos negro cardenal. Su salida procesional la realiza desde el Convento de Nuestra Señora de las Angustias.
Respeto,
luto y recogimiento en el paso del Santo Entierro. El sepulcro de plata
contiene el cuerpo yacente del Cristo una talla de Cecilio Trujillo de 1773.
Los nazarenos de morado y negro. Tambores y trompetas. Romanos, el impero
romano de Cabra la genial idea que un día materializaran Antonio Salido y
Francisco Castro para encumbrar la Semana Santa egabrense.
¡Ay si todo fuera diferente! No dormimos en la madrugada egabrense, porque nadie quiere la Semana Santa perderse.
¡Ay si todo
fuera diferente! Como disfrutaríamos el atractivo de la Semana Santa Egabrense.
SÁBADO SANTO
Es un día de luto inmenso, de silencio para los que
somos cristianos, es un día de espera vigilante de la Resurrección.
Abarrotada la calle de gentío que espera impaciente a las puertas del Convento de las RRMM Agustinas. Comienza la madruga del Sábado Santo, La Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Perdón (1964). Con su titular el Cristo del Perdón obra de José Mora (1697) en un majestuoso trono a costal, con nazarenos de túnica blanca. Iniciarán su estación de penitencia. Una decena de romanos de peculiar vestimenta encabezan el desfile. Recogimiento y silencio solo roto por el rezo del Vía Crucis al cual hacen su llamada a los nazarenos con el original sonido de unas tablillas.
La mañana del Sábado Santo es otro de los días grandes de la Semana Santa Egabrense la extraordinaria imagen Dolorosa de la Virgen de la Soledad atribuida a Pedro Mena su apenada angustia de belleza exultante. La multitudinaria cantidad de personas que aprovechan cada plaza, cada calle, cada rincón para ver el paso de la Virgen de la Soledad. Desde su salida de la Parroquia de Nuestra Señora de los Remedios. Los nazarenos con túnica de negro y blanco y el paso un trono a costal.
La saeta que brota como flor de primavera en la mañana en cada calle de su recorrido. ¡Oh Virgen de la Soledad!, tu dolor nos conmueve y arrepentidos de nuestros pecados con estas coplillas populares que componen la saeta nos atrevemos a cantarte contemplando tu dolor:
Paradla, por
Dios, paradla.
¿Por qué no
la paráis un momento
y que
contempléis su dolor?
Porque su
color es triste y dolorosa
pero pura
como el sol
Y fragante
como una rosa.
(Saeta
popular)
La tarde del Sábado Santo
La imagen dolorosa de la Virgen del Socorro, titular de la Hermandad de Nuestra Señora del Socorro, una bella imagen de busto tallado en madera estofado y policromado. Impresionante trono con Palio, y una larga fila de nazarenos cuya vestimenta es granate y marfil.
Nuestra Semana Mayor se acerca a su fin.
¡Ay si todo fuera diferente! Dolorosa Soledad de belleza exultante y hoy pudiera verte.
¡Ay si todo fuera diferente! Como disfrutaríamos el
atractivo de la Semana Santa Egabrense.
DOMINGO DE RESURRECCIÓN
Un gran repique de campanas de todas las Iglesias de
Cabra, nos despiertan al amanecer este domingo que anuncian la alegría de la
Pascua.
Jesús ha resucitado. Hoy es un día de Gloria para nosotros los cristianos. Jesús nos da su última demostración de que él tiene poder sobre la vida y la muerte, por lo que tiene capacidad de darnos la vida eterna. Así pues, hoy celebramos la Resurrección de Jesucristo tras haber sido crucificado.
Junto a Jesús Resucitado, todas las Cofradías de Cabra, con su representación asisten a la procesión. El desfile contiene una muestra del colorido y la variedad de las formas de los hábitos. Los emblemas de las Hermandades, sus símbolos y su Hermanos Mayores, participan en esta Procesión gloriosa que cierra la Semana Santa de Cabra. Realizando su salida desde la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán.
¡Ay si todo fuera diferente! Las calles llenas de gente, y de júbilo el corazón.
¡Ay si todo fuera diferente! Como habríamos disfrutado del atractivo de la Semana Santa Egabrense.
Hoy toca a su fin, (Semana Santa 2020). Nos deja añoranza, tristeza y vacío. Pero seguro que rememorando nuestras tradiciones aun cuando no podamos hacerlas patentes también las renovamos.
Espero con estas breves notas, sobre la Semana Santa,
en nuestros corazones hayamos vivido la Pasión y Muerte de nuestro Señor
Jesucristo porque si bien las procesiones son la escenificación del drama de la
muerte y la pasión, es también el tiempo para dedicarse a la oración y
reflexionar sobre nuestras acciones y los cambios que debemos realizar para
acercarnos más a Dios, pues Jesús con su infinita misericordia, se hizo hombre
siendo muerto y sepultado, para liberarnos del pecado.
FIN