El arte de escanciar la sidra (En Sidrería Asador el Horru Encantau)

A veces tiene uno la suerte de recalar en sitios donde las costumbres típicas de un lugar se mantienen vivas, por lo que puedes observar las expresiones y sentimientos de un pueblo que, con ellas, refleja su identidad cultural y social, así como los valores que fundamentan su pensar y actuar.

Sin duda, me ha sorprendido gratamente la Sidrería Asador El Horru Encantado, no solo por lo que a continuación os voy a contar, sino también por la amabilidad del personal que lo atiende.

La particularidad que me ha llamado la atención es cómo te sirven la sidra. La sidra se pide y se vende por botellas. Seguro que habrá algún sitio en el que pueda pedirse un vaso, pero la medida estándar es una botella, y aquí, en esta sidrería, te la sirve un escanciador. Porque es aquí, en Asturias, el único lugar del mundo donde se escancia la sidra —y eso que también se vende en el País Vasco y Francia—, por lo que la tradición se mantiene latente.

¿Qué es escanciar la sidra?
Es el momento en el que esta se tira directamente al vaso o copa. Para ser más preciso, escanciar significa decantar, verter el contenido de la botella en un vaso que necesariamente debe ser ancho.

¿Para qué se escancia la sidra?
Al golpear la sidra contra el vaso, se volatizan sus precursores aromáticos y se potencian sus propiedades. Las pequeñas burbujas que vemos al escanciar la sidra son las que permiten arrastrar su aroma y hacerlo llegar hasta nuestra nariz.

Una vez escanciada, toca beberla, pero hete aquí otra curiosidad de esta recomendable bebida: se bebe de forma continua, sin parar, durante un mismo trago. Lo cual no quiere decir de golpe, sino que así se disfruta del cuerpo y el sabor que deja en la boca.

He dejado para el final el ritual de escanciar la sidra, en el que veremos cómo el escanciador adopta una postura recta, sin ser rígida. El brazo que sostiene la botella ha de estar estirado por encima de la cabeza. El brazo que sostiene el vaso ha de estar estirado hacia abajo y colocado más o menos en el centro del cuerpo.

Y, como reflexión final, una última curiosidad que nos hará pensar en los orígenes antiquísimos de “escanciar”, dado que el vocablo no es de origen latino, ni griego ni árabe, como ocurre con la gran mayoría de las palabras castellanas.

Así pues, solo me resta decir:

¡Felicidades a la Sidrería Asador El Horru Encantau! Y recomendarles, amigos lectores y seguidores, que visiten —si tienen la oportunidad de venir a Cangas de Onís— este encantador lugar.


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