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«Cita con la lectura» es un blogs donde podrán leer una selección de mi obra literaria. Todos los trabajos están ordenados alfabéticamente.  Únicamente busco ofrecerles un cúmulo de entretenimiento, para llenar muchas de esas horas en las que solo la lectura puede resultar lo más gratificante. Confío en no defraudarles, procuré entretenerles y deseo que disfruten. Espero vuestros comentarios, sugerencias y correcciones.  Les estaré agradecido.   Fdo.: Antonio Fernández Álvarez (Escribidor de sueños) C opyright :      “ Queda rigurosamente prohibida , sin la autorización escrita del titular,  bajo las sanciones establecidas por las leyes, la reproducción total o parcial de estas obras por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la fotocopia y el tratamiento informático”.

¿Y tú qué opinas sobre el Guernica?

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El profesor José María Juarranz, durante catorce años de investigación, en un libro de casi 300 páginas titulado: Guernica: La obra maestra desconocida desea mostrarnos que el Guernica de Picasso no es una metáfora del bombardeo nazi de aquella ciudad vasca, sino que simboliza pormenores de su biografía. Como bien dice el profesor, desmontar el mito es muy difícil; conforme se vaya analizando el cuadro y se pierda de vista el interés político, se verá o no la verdad del estudio de este profesor. De todos modos, no olvidemos que Picasso era un pintor autobiográfico; pintaba a sus hijos, a sus mujeres, las palomas de su estudio, etc., es decir, aquello que lo rodeaba. Esta excepción pretende ser anecdótica, diciendo que pintó el cuadro porque se lo encargó el gobierno de la república. Como curiosidad, dos años antes de pintar el Guernica, Picasso hizo un aguafuerque que tituló Minotauromaquia; en él podemos ver muchas de las escenas que reproduce en el Guernica, como por ejemplo la...

A este lado de un desengaño

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 La gente hace lo que tiene que hacer, pensé, quizás como disculpa. Yo perdí la oportunidad de ser ecuánime en esta historia, mis perjuicios, mi educación chapada a la antigua, mi edad, que posiblemente me ancla en valores que ahora se tachan de arcaicos. Precipitadamente me quité de en medio, no sé, tal vez también la cobardía de tener que posicionarme y opté por la más fácil. Por aquella que todos apoyaban dejando de lado a quien había desafiado a todos y ahora se me presentaba como una desconocida, su cambio tan radical me lastimaba más por ella. Yo solo era un amigo, un conocido, un pariente allegado. Podría pensar que los comentarios maliciosos, no le iban afectarle y no se iba a dejar vencer pero sin duda su huella indeleble quedaría marcada para siempre. Si debí escuchar su versión, si debí ser menos intolerante, no haber tirado de perjuicios de un pensamiento ya formado que rechazaría cualquier defensa que ella me hubiese planteado. Cierto es que no lo tenía fácil. La ver...

Abatida

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Lloraba desconsoladamente. Cuando hablaba, su voz era apenas audible e ininteligible; parecía como si su llanto consolara su ánimo. Necesitaba sentirse así: era su modo de superar sus fantasmas, que no eran otros que la soledad y el abandono. Ahora posiblemente no estaba lo que podríamos denominar lúcida; era evidente que, en otro estado, todo aquello que decía podría rebatírsele, e incluso hacerle ver dónde erraba en su apreciación. Pero, evidentemente, en ese estado, y con la contundencia del daño que le causaba todo lo que afirmaba sobre sí misma, cavaba cada vez un hoyo más profundo por el que caía, sintiéndose el ser más miserable de toda la tierra. Quizás, sólo quizás, porque demasiadas veces en su vida le habían reprendido y la habían hecho sentirse así. Viéndola, era obvio que necesitaba ayuda psicológica. Pero parecía muy difícil que, incluso en manos de un profesional, fuese a querer salir de ese estado en el que, de un tiempo a esta parte, parecía sumirse con cierta asidui...

Adoptado por un gato

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Nunca había querido mascota alguna en casa. Nunca tampoco había hecho daño a ningún animal; la verdad es que jamás había acariciado a ninguno. Pero eso cambió cuando aquel gato callejero se acercó a él y sintió cómo le acariciaba las piernas, frotando su cabeza, su cuerpo y su cola con ellas. No dudó en que se lo llevaría a casa. Toda la indecisión acabó en el mismo instante en que el gato miró hacia arriba y volvió a restregarse, ronroneando, haciendo pequeños saltitos con sus patas delanteras. Esto era tan inusual como el sentimiento de respeto y cariño que brotaba de su corazón hacia aquel pequeño ser que había sido abandonado en la calle. Hacía dos semanas que había visto a un pequeño gatito de pelo largo y blanco por su calle, abandonado y hambriento. Durante ese tiempo que pasó hasta que decidió llevárselo a casa, se había limitado a dejarle un poco de comida todas las mañanas cuando se iba a trabajar, y por la noche cuando bajaba la basura. También le proporcionó un pequeño reci...

Amigos, a un paso de parecer enemigos

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  Amigos, a un paso de parecer enemigos Hacía un buen rato que la conversación había derivado en un conato de enfrentamiento entre David y Juan. Habían quedado en la cafetería de siempre para tomar un café y salir a pasear por la vía verde que había en su ciudad. Una maravilla de senda por donde antiguamente pasaba la línea de ferrocarril, que entre un mar de olivos hoy era una delicia para uso peatonal, de ciclistas o a caballo. Tenían por costumbre conversar de libros, música, o acontecimientos culturales. Tanto el uno como el otro eran lectores empedernidos, solían leer entre cinco o seis libros mensuales. La música era también su pasión ya que ambos habían sido profesores del Conservatorio Elemental de música de su Localidad. También eran amigos desde primaria, además de familia. Habían tenido enfrentamientos, cuando hablaban de política, dado que David simpatizaba más con la derecha, mientras que Juan incluso había sido concejal de un partido de izquierdas. Un día en el ...

Anomalías e inquietudes

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 Había puesto un anuncio en prensa y en las redes sociales. Recogía libros usados a aquellas personas que quisieran deshacerse de ellos. Él personalmente pasaba por el domicilio de aquellas personas que le llamaran y retiraba lo que le tuvieran preparado bien en cajas o en bolsas. Tenía alquilado un pequeño local donde colocó unas estanterías para ubicar los libros que clasificaba por autores.   En tan solo un mes había hecho acopio de más de mil quinientos libros, realmente todos estaban en muy buen estado. Su pretensión era ponerlos a la venta a precios irrisorios y con los beneficios poder costear el salario de un profesor de apoyo para aquellos alumnos que más atención necesitaran, en la escuela de secundaria en la que él daba clase. Desde que comenzara el curso, junto con otro compañero ya dedicaba unas horas por la tarde a atender a los chicos que requerían de más ayuda en sus estudios. Si bien, él estaba dispuesto a seguir haciéndolo de forma gratuita, consideraba...